Conocimos a Wiebke hace cinco años,  como voluntaria del programa Weltwärts (Alemania), participó en nuestro programa de la Esperanza conjugando su juventud, alegría y compromiso  en el quehacer de la atención de los niños. Desde este tiempo iniciamos una fraterna amistad, la que hoy se ve consolidada en un trabajo de conjunto desde su ser profesional y el compromiso y objetivos de la ACIES. Estuvo con nosotros, por el lapso de un mes, para socializar el proyecto Ping: tras las huellas del cambio climático en América del Sur. Hemos disfrutado mucho este tiempo, que pone sobre la mesa el sentido de la amistad y el fortalecimiento de las mismas en tiempo y la distancia, como el encuentro impensado del aplauso de la felicidad

Nuestra gratitud a Wiebke por este tiempo lindo en la ACIES