Leer y escribir en un proceso que se desarrolla de manera paralela, no hay lectura sin escritura, ni escritura sin lectura. Iniciar a los niños en ello es una experiencia extraordinaria pues les permitimos expresar sus sentimientos con libertad. Los espacios abiertos, juegos, canciones, ejercicios y movimientos pueden ser una puerta abierta para iniciarlos en este proceso, sin embargo espacios cerrados, carpetas uniformemente organizadas, la imposición limitará toda la experiencia de lectura, escritura; por ende de creación literaria.

En nuestro programa de la esperanza, un grupo de niñas y niños crean cuentos desde un ejercicio de garabatos hecho en el piso, ejercicios de relajación y muchas otras actividades. Hemos podido apreciar las limitaciones que traen de sus escuelas, sin embargo eso no ha sido impedimentos para construir los cuentos.

Nuestra felicitación a los niños por escribir sus primeros cuentos.