Comenzar a escribir es un proceso fantástico de cercanía con las letras y expresión de nuestros sentimientos, no para rellenar espacios en blanco que un examen de la escuela nos exige, sino para registrar lo mas profundo de nuestros sentimientos.

Para comenzar el proceso de escritura debemos aprovechar diferentes espacios y situaciones que nos animen. No tenemos que obligar al niño a escribir correctamente, podemos iniciarlo con la gráfica de imágenes que tienen un sentido o expresan una situación concreta. La cercanía con las letras, escritura coherente y redacción llegará en la medida que el niño o niña han desarrollado la destreza psicomotora además de la habilidad mental de reconocer letras, organizarlas y darles un sentido a lo que escribe.

Cada niño tiene su propio proceso, solo debemos aprender a acompañarlo. De esta manera si animamos a escribir,a estamos animando a leer.

No necesitamos mucho para hacerlo, es un acto de ánimo y de buena voluntad.