Como parte de nuestra propuesta de reconocimiento de la comunidad visitamos, en compañía de Lydia Sela, el molino de piedra de la Huaylla, un caserío que está a una hora y media de camino desde La Casita de Pomabamba. Fue un trecho largo, pero hermoso en cada uno de sus matices del paisaje recorrido. La familia Villavicencio nos acogió con mucho agrado mostrándonos el funcionamiento de uno de los molinos de piedra que aún queda en la zona.

Una grata experiencia de aprendizaje reconociendo que reconocer nuestra cultura y comunidad debe ser el punto de partida de la Escuela moderna.