El año 2015 tuvimos la visita de Conny y Jürgen, de quienes aprendimos la sensibilidad a la música. Hoy podemos comprender que los sonidos de la naturaleza son la música que equilibra el alma, todo es articulado, todo tiene ritmo y es agradable al oído. 

Jürgen nos encamina a este conocer de la melodía y nos ofreció una guitarra, la que recibimos con la alegría de aprender a tocarla para acompañar nuestro canto.

Nuestro agradecimiento a Conny y Jürgen por su recuerdo

El arte es una sonrisa de Dios