Reconocer la comunidad, nuevos caminos y aprendizajes

El sábado 25 de junio, el equipo de la ECA y un  grupo de niños fuimos en busca de leña para el horno. Sabíamos, por nuestros encuentros, con la historia de la comunidad que hay el ojo de agua del "Hachac" y un poco más arriba el bosque de Yanamango. Así que sin pensarlo mucho salimos en esa dirección. Encontramos un camino impresionante, el ojo de agua que deja entrever este milagro de Dios en la naturaleza, agua pura y cristalina de un sabor muy agradable, para quienes hemos dejado de tomar agua natural hace mucho tiempo.

Estar en el ojo de agua del Hachac, fue una excelente clase de historia de la comunidad, comprendiendo que es en torno al agua que nace la vida. Pudimos comprender que es parte de la cultura reconocer que el ojo de agua tiene su dueño, que entubar el agua, hace que el agua disminuya, que el ojo de agua se alegra si le regalamos azúcar y se aleja si le echamos sal. Después del ojo del Hachac, cuesta arriba llegamos al bosque de eucaliptos donde nuestra meta era recoger leña. Nos unimos para caminar mirando los árboles, creando historias y recreando en la forma de los árboles nuestros personajes.

Dos niños, Brayan y Marjorie encontraron un tronco que fue su carro, con el que viajaron sin fin.

Las gracias a Hortencia, por mostrarnos este camino de la comunidad. Este es el mejor aprendizaje por aprender.