Leer y contar historias a los niños les ayuda en su desarrollo emocional y capacidad de atención, dándoles la oportunidad de entrar en mundos imaginarios que les provoca tomar decisiones, relacionar situaciones, desarrollar una postura y todo ello en esa búsqueda de autonomía.
Según la neurocientífica Susan Greenfield, la lectura ayuda a ampliar la capacidad de atención de los niños, ya que “las historias tienen un comienzo, un desarrollo y un final", es decir, "una estructura que empuja a nuestros cerebros a pensar de forma secuencial, y a enlazar causa, efecto y significado".
Leer o contar una historia en la casa, no implica desperdicio tiempo, puede ser muy bien disfrutado por quien la cuenta, pero la mayor recompensa que podemos tener son niños abiertos a conocer, cuidar, respetar y reflexionar sobre el mundo que les rodea
La lectura es no responsabilidad de la Escuela, la lectura es un regalo que debemos aprender a dar y recibir.