La primera pared del invernadero de botellas de plástico en la Esperanza está casi lista, con la voluntad y esfuerzo de quienes acompañamos la experiencia. Nuestro ánimo no se termina, los envases vacíos sirven para construir un nuevo sueño y dejarnos mirar la oportunidad donde aparentemente no la hay. Las plantas de la Esperanza estarán contentas de sentirse protegidas y queridas...Si aprenderíamos a amar seguro  que vamos a cuidarlo.

Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.

Saint Exupéry