El Caballo mocho y colorado de Pomabamba

Decía Freire que la lectura de la palabra y la lectura del mundo van unidas, porque en el fondo la educación implica capacitar a los estudiantes para que puedan reconstruir su realidad cultural y social a partir de la propia experiencia de una manera contrastada, menos sesgada.

Estamos convencidos que el primer paso para comprender nuestro contexto más inmediato es aprender a observar, descubrir e interpretar a partir de pequeñas experiencias. Nuestro trabajo en Pomabamba va orientado en este camino, encontrar el Caballo Mocho Colorado a partir de una paleta de tuna seca, nos permitió reconocer que una mirada atenta y limpia puede ayudarnos a descubrir algo donde aparentemente no hay nada. Los niños disfrutaron de esta experiencia, e intentaron dar vida a algo que finalmente sólo serviría para leña.

Felicitamios a este grupo de niños que hacen del caballo Mocho Colorado un amigo que  los anima a la lectura.

 

Una educación con sentido educa protagonistas, seres para los cuales, todas y cada una de las actividades, todos y cada uno de los conceptos, todos y cada uno de los proyectos significan algo para su vida.

Gutiérrez Pérez 2003